El pasado 19 de octubre, la Asociación convocó a los alumnos de las promociones 1993–94 y 1968–69, que finalizaron sus estudios hace 25 y 50 años respectivamente.
La Asociación de Antiguos Alumnos del
colegio San Viator de Huesca, celebra cada año, conmemorando la festividad del
Santo, el día del Antiguo Alumno.
Los más veteranos respondieron a la llamada y acudieron mayoritariamente a este encuentro desde sus ciudades de residencia, algunas tan distantes como Valencia, Zaragoza, Barcelona, Toledo, Granada, Madrid… reuniéndose un total de 55 compañeros, muchos de los cuales no se habían visto desde hace 50 o más años. El reconocerse después de tantos años, supuso en muchos casos un ejercicio de imaginación e intuición tan laborioso como divertido.
El primer
contacto en las puertas del colegio, estuvo cargado de sorpresas y emociones,
debiendo en muchos casos mirar la foto de la etapa colegial y nombre que
colgaba en el pecho de cada uno para que se activaran y actualizaran los
recuerdos y surgiera el primer abrazo.
Tras unas
palabras de bienvenida a cargo del Presidente de la Asociación D. Jesús
Trallero, se pasó a visitar el colegio, con las antiguas y nuevas
instalaciones, finalizando en el Salón de Actos. Una presentación en imágenes,
realizada por Paco Bentué, hizo un recorrido histórico de San Viator en Huesca,
desde Villahermosa a Las Cortes para finalizar en el nuevo colegio construido
en el llamado “ensanche” de entonces.
Siguieron
las imágenes de la etapa colegial, con los alumnos como protagonistas en las
aulas, comedor, piscina, recreo…, los equipos de mini-basquet, fútbol,
excursiones y otras muchas de las que éramos protagonistas nosotros. Delicioso recuerdo. Este acto concluyó con la
intervención de Mateo Estaún, que hizo una glosa de este periplo escolar con
sus recuerdos y su punto de humor.
Posteriormente
se celebró una Misa, con la participación de la coral “Divertimento”, en la que
se pidió por los compañeros fallecidos, así como por la beatificación del Padre
Quebes, fundador de los Clérigos de San Viator, que ha sido declarado “Venerable”
por el Papa recientemente.
Ya durante
la comida y tertulia se siguieron recordando anécdotas y diferentes eventos
entre los que sorprendió el de D. Luis Álvarez, debutante como docente en
nuestro curso, contando que en una de sus clases, pocos años después de nuestra
promoción, mientras explicaba matemáticas, hubo un alumno que no levantó la
cabeza del cuaderno en toda la hora; al finalizar le dijo “Quique, ven y tráeme
lo que has escrito”. Su sorpresa fue cuando le entregó un maravilloso dibujo de
un personaje de Dickens y que todavía conserva desde entonces.
El tal
Quique no es otro que Quique Torrijos, hermano de nuestro compañero Ignacio que
estaba presente en la comida y que se quedó más sorprendido que todos si cabe.
Está claro que el que tiene madera de artista, nace con ella. El bello dibujo
firmado y enmarcado lo donó D. Luis a la Asociación de A.A.
Y así entre
risas y emociones transcurrió una jornada fantástica e inolvidable que finalizó
con el compromiso de repetir anualmente el encuentro.
Jesús Omiste
Reportaje fotográfico